¿Has tenido una idea clara y a las 24 horas has pensado que los más lógico es exactamente lo contrario?, ¿has despertado sintiendo firmes convicciones que a las seis de la tarde ves desvanecer como un helado al rayo el sol?, ¿has estado absolutamente convencido de lo que quieres decir y al sentarte en la mesa del café acordado, tus palabras resbalan de la boca y no te queda más que pensar “qué demonios estás diciendo”?
Pues yo sí, y si esto te pasa también a ti, entonces este espacio es para ti porque si aquí caben todas mis contradicciones, también caben las tuyas.
Si has sentido que es difícil definirte, expresarte o que te entiendan, te invito a sentarte en la antesala de estas palabras para decirte que aquí eres bienvenido con traje y corbata, aunque por debajo se asomen las plumas de tu atuendo de chamán; que eres bienvenida con tus zapatos de ejecutiva y tus extravagantes lentejuelas. Porque ese ha sido el camino de mi vida, el camino de encontrarme a mí misma en el centro de todas mis contradicciones.
No ha sido fácil, toooooodo lo contrario, vaya dilemas, vaya tristeza, vaya confusión y dolores de cabeza.
Cuando la gente me pregunta asombrada por qué he estudiado tantas cosas, no me queda más que responder humildemente que soy eterna estudiante y que tanto me interesa una cosa como la otra y que todas ellas las he aprendido con el mismo interés y pasión, aunque no tengan nada que ver unas con otras.
Quienes me conocen me han visto ser poeta, me han visto dar pininos en el mundo de las socialites (con rotundo fracaso), me conocen en silencio y con turbante y también en alguna etapa me vieron cantar a todo pulmón canciones rancheras en algún canta bar. He trabajado en la política, me he ido con la cabeza rapada a conocer un Swami en la India y me gusta tanto el silencio como una buena conversación.
Crecí con la autoestima lastimada, confundida y convencida de que nunca encontraría la verdad de mi voz. Crecí admirando a las personas más lineales, definidas, aquellas que desde que salimos del bachillerato supieron qué hacer y lo siguen haciendo.
Mi camino ha sido de curvas, contradicciones, paisajes luminosos y horribles abismos de dolor. Mi camino ha sido abrazar y vaciarme de todas las versiones de mi.
Dar explicaciones, pedir disculpas, consolidar sueños que terminaron en divorcio.
Así llegue hasta las puertas de estas líneas, reconociendo que soy 100% Human Made, que estoy llena de huecos por los que se cuela la luz y con muchísimas historias que he tenido que sanar, llorar y perdonar para convertirlas en experiencias que puedan. servir a los demás.
Si te pasa lo mismo, si por la mañana se te llenan de lagrimas los ojos y por la noche estas riendo como si no hubiera un mañana, entonces te invito a hacer juntos el viaje más interesante, entretenido y bello que puedes hacer: el viaje al re-conocimiento de tu alma, ese espacio, que, pese a las tormentas, los días de sol, las palabras incongruentes o los descalabros, no se mueve nunca. Un lugar al que, una vez que conoces el camino, siempre puedes volver para encontrar una sola verdad: Sat Nam, So Ham, I Am, Yo soy. La inamovible y trascendente transparencia de tu alma.
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